Pedirlo, darlo y aceptarlo son procesos difíciles, pero hermosos. Hay algo que no podemos evitar y son sus beneficios, así que no desaproveches la oportunidad. Pide perdón aunque no seas tu el responsable de la falta. Dalo a quien te lo pida y liberate de toda amargura, dolor y/o resentimiento. Aceptalo con humildad y liberaras a la otra persona de la amargura y el dolor de no saber si tu le perdonaste.
El perdón es algo tan importante que Jesucristo estando en la cruz le dijo a Dios: "Padre perdonalos, porque no saben lo que hacen".
Si Jesús dio su vida por rescatar la nuestra y más allá de todo le pidió a Jehová que nos perdonara cuanto más esperamos para trabajar con el, deja que el infinito amor de Dios llene tu corazón por medio del perdón. (Busca Lamentaciones 3:22).
http://elvocero.com/madre-perdona-a-asesino-de-su-hija/
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